Asociación Buenos Aires de Esperanto (BEA)
Un poco de historia
El esperanto es un idioma diseñado por L. L. Zamenhof en la década de 1880, ideado con un noble objetivo: fomentar la paz y la comprensión entre las culturas y naciones del mundo.
En 1887, Zamenhof publicó su primer libro sobre el esperanto, titulado «Unua Libro» (Primer Libro), bajo el seudónimo «Doktoro Esperanto». Esperanto significa «el que tiene esperanza». Este libro sentó las bases para el idioma que se convertiría en una herramienta para la comunicación internacional.
A medida que el esperanto se difundía, se celebró el Primer Congreso Universal de Esperanto en 1905, lo que permitió a hablantes de diferentes países reunirse y establecer estándares lingüísticos comunes.
El esperanto continuó expandiéndose, y al día de hoy, cuenta con millones de esperantistas repartidos por todo el mundo y es reconocido por la ONU por su utilidad a través de dos resoluciones de la Unesco.
¿Por qué aprender esperanto? Veamos a continuación:
Fácil de aprender
Es un idioma artificial creado con una gramática simple y un vocabulario sencillo que combina elementos de varias lenguas. El resultado es un lenguaje neutral que está diseñado para ser accesible para cualquier persona en el mundo, independientemente de su lengua nativa. Hay una amplia variedad de recursos educativos en línea como cursos, libros y comunidades en redes sociales. Aprender esperanto es más rápido para un hispanohablante a comparación de otros idiomas (en promedio: 5 veces más rápido que el fránces o el inglés, 10 veces más rápido que el alemán o el ruso, y 20 veces más rápido que el chino hablado).
Basado en la neutralidad
La neutralidad del esperanto radica en su origen; no es la lengua de una nación o grupo étnico en particular, sino un proyecto internacional para fomentar la comprensión entre todas las culturas. Como no está ligado a ningún país, el esperanto se convierte en un idioma de todos, en una herramienta que pertenece a la humanidad en su conjunto. El esperanto no busca reemplazar el uso de ningún idioma; surgió para que todos puedan entenderse, independientemente de su idioma nativo.
Hecho para igualar
Todos tienen la misma base, sin privilegios o desventajas basados en una lengua nativa. Imaginá una reunión donde personas de diferentes países se reúnen para discutir temas importantes. La elección del esperanto como medio de comunicación elimina la ventaja que podría darle a los hablantes nativos de una lengua en particular; en lugar de favorecer a una nación sobre otra, se nivelan las condiciones para todos.
Ideal para el área internacional
Al ser fácil de aprender, neutral e igual para todos, es una herramienta poderosa para la diplomacia y la política global. En un mundo cada vez más globalizado, aprender y usar el esperanto favorece la comunicación y cooperación internacional. Por otra parte, en algunas profesiones y campos, como la traducción y la interpretación, el conocimiento del esperanto puede ofrecer oportunidades laborales adicionales.
Útil para aprender más idiomas
El esperanto puede utilizarse como un «idioma de inicio» para el aprendizaje de otros idiomas como el inglés o el portugués. Su gramática simple y estructura de palabras lógica te preparan para enfrentar lenguas más complejas. Al entender el idioma, reconocés patrones lingüísticos y raíces de palabras que aceleran el aprendizaje de nuevos idiomas. Además, al dominar el esperanto primero, desarrollas confianza en tu capacidad para aprender y comunicarte en diferentes lenguas.
Excelente para fomar vínculos
Existe una comunidad activa y apasionada de esperantistas que se reúnen en muchos lugares, lo que te brinda la oportunidad de hacer amigos y conexiones locales. Hay asociaciones formales, informales o grupos de estudio en diferentes puntos del mundo. Además, hay encuentros y congresos nacionales e internacionales en distintos países planeados todos los años.
Existe también la iniciativa Pasporta Servo (Servicio de Pasaporte), una lista con las direcciones de personas de diferentes partes del mundo que están dispuestas a recibir huéspedes esperantistas.